Es el músculo más profundo del CORE y ocupa la cara más interna abdominal. Se extiende desde la columna vertebral hasta la línea alba, rodeando todo el perímetro de nuestra cintura. Podemos decir que actúa como una faja en la zona baja de nuestra espalda.
Sus funciones son: realizar la construcción del abdomen, aumentar la presión intraabdominal y contribuir a la micción, defecación, vómitos, tos, parto, espiración forzada…

Cuando lo activamos, reducimos el diámetro de la cintura y se recoge el abdomen hacia dentro. Es por ello qué, al meter la barriga hacia dentro, facilitamos su trabajo.
Cuando funciona de forma adecuada, el transverso se activa de manera refleja, es decir, sin que pensemos en contraerlo cada vez que respiramos. En caso contrario, si está débil, el abdomen estará caído y distendido, dejando de hacer correctamente su trabajo.
Su desactivación viene causada por la inactividad física, la sedestación prolongada, la mala higiene postural, la edad, el sobrepeso, también el embarazo y el parto.
En muchas ocasiones, su inactividad no se debe a que esté débil, si no a que su marco óseo, la pelvis, se ha desestructurado y se ve incapaz de adaptar a los cambios de presiones.
La activación de este músculo es uno de los principios básicos del Pilates, seguramente el más importante de todos, a través de diferentes “inputs” lograremos su correcta activación, buscando como finalidad estabilizar la columna y la pelvis para proporcionar un punto de anclaje a los movimientos, un punto de apoyo desde el que generar la fuerza, de esta forma podemos realizar multitud de ejercicios para fortalecer todos los grupos musculares de nuestro cuerpo evitando lesiones y ejecuciones incorrectas.
Su relación con el suelo pélvico viene dada a que éste último, ejerce una importante función de cierre de las articulaciones de la pelvis. Es un conjunto de numerosos músculos pequeños que, en contracción, funcionan como una unidad, cerrando y elevando los órganos que se encuentran en el interior de la pelvis.
Para su desarrollo se necesita una correcta estabilidad de la columna y de la pelvis, y un correcto cierre de los esfínteres.
Bibliografía
- Sahrmann SA. Diagnosis and treatment of movement impairment syndromes. St Louis (MO): Mosby; 2002.
- SÁEZ M, REBULLIDO T, MEDRANO I, SOIDÁN J, TORMO J. ¿Puede un programa de ocho semanas basado en la técnica hipopresiva producir cambio en la función del suelo pélvico y composición corporal de jugadoras de rugby? En: Retos Nuevas Tend En Educ Física Deporte Recreación. 2016, vol. 30, pp. 26-9.